2008-05-22.
Carlos Serpa Maceira, Corresponsal en la isla de Misceláneas de Cuba
La Habana, 22 de mayo de 2008.- He quedado impactado al escuchar el
testimonio que en la Prisión Kilo 7, en la provincia cubana de Camagüey,
los reos son castigados a un metro del nivel del piso por las manos, de
la celda con las esposas, y así son mantenidos durante tres días
desnudos. En esa posición tienen que orinar y defecar, mientras los
militares les lanzan agua.
"Cuba revolucionaria no conoce un solo caso de tortura, ejecuciones
extrajudiciales", afirmó el gobernante de la isla, Raúl Castro, al hacer
las conclusiones del VI Pleno del Comité Central del Partido Comunista
de Cuba, PCC, efectuado en La Habana el pasado 28 de abril. "Podríamos
regalar la República de Cuba sí encontraran un solo caso", ha asegurado
el ex gobernante Fidel Castro en varias ocasiones al negar el uso de la
tortura en Cuba.
El emblemático ex preso político, Jorge Luis García Pérez "Antúnez",
quien durante 17 años estuvo encarcelado, tiene en su cuerpo las huellas
de las torturas y el maltrato recibido. Su caso no es un hecho aislado,
son incontables las cifras de reos políticos que han sido víctimas de
actos crueles y degradantes.
El 27 de septiembre de 2007, integrantes de la opositora Asamblea para
Promover la Sociedad Civil en Cuba, encabezados por su líder, Martha
Beatriz Roque Cabello, entregaron una carta en el Ministerio de Justicia
dirigida a la titular, Maria Esther Reus, dándole cuenta de la
existencia de testimonios grabados y cartas redactadas por los presos
denunciando haber sido víctimas de torturas y violencia.
Los presos políticos y de conciencia así como comunes confinados en las
cárceles diseminadas a lo largo y ancho del archipiélago cubano, han
sufrido tratos crueles y degradantes en toda la extensión de la palabra.
Las golpizas, negación de asistencia médica, religiosa, la
correspondencia, mala alimentación, entre otras violaciones de derechos
humanos, están al orden del día en las prisiones cubanas.
El artículo 5 de la Declaración Universal de Derechos Humanos adoptada y
proclamada por la Asamblea General de la Organización de Naciones
Unidas, ONU, en la Resolución 217- A, de 10 de diciembre de 1948
enfatiza: "Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles,
inhumanos o degradantes".
La violación en la isla de este mandamiento de las libertades
fundamentales del hombre, es tan habitual como la vida misma. En el
otrora Presidio Modelo, del municipio especial cubano Isla de la
Juventud (conocida antiguamente por Isla de Pinos), al suroeste de La
Habana aún está fresca la sangre de Ernesto Díaz Madruga, Julio Tang
Texier y otros presos políticos vilmente asesinados.
Por las calles de Nueva Gerona, la capital municipal de Isla de Pinos,
se pasea impunemente Porfirio García, un militar retirado, sobre el cual
pesan graves acusaciones de haber ordenado la eliminación de presos
políticos, además de ejecutar personalmente los crímenes, en los años
1964-1967, período de tiempo en el cual el régimen comunista quiso
imponer a los presos políticos confinados en el penal pinero, el
conocido Plan de Trabajo Forzado denominado Plan Especial "Camilo
Cienfuegos".
La Organización Archivo Cuba, a través de investigaciones efectuadas ha
denunciado ante la opinión pública internacional que desde el comienzo
de la dictadura cubana hasta la actualidad, unas 8.000 personas han sido
asesinadas y otras 200 han desaparecido por manifestarse en contra del
gobierno. De estos, 5.775 fueron muertes por asesinatos extrajudiciales
y 984 fueron homicidios provocados dentro de las prisiones.
La Historia de la lucha contra el totalitarismo en Cuba ha recogido en
sus páginas, capítulos de dolor y luto que patentizan las torturas,
asesinatos y violencia cometidos por un gobierno dictatorial. Las cosas,
por su nombre. El gobierno de Cuba tiene la Palabra.
Reportó desde La Habana el periodista Carlos Serpa Maceira, de la
Agencia de Prensa Sindical Press y corresponsal en la isla de
Misceláneas de Cuba.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=15455
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